Capitulo 485

Charlan un rato acerca de los nenes y como le había ido en Méjico. También de lo bien que Pedro había llevado todo prácticamente solo

-Horacio: tengo que reconocerte Pau que mi hijo es otra persona. Maduro, responsable
-Pau: yo muchas veces pienso que tal vez (no encontraba las palabras)
-Horacio: que tal vez le cortaste la joda? Si, y lo bien que hiciste. Nunca lo vi tan feliz. Mira Pau, Pepe hablo conmigo, la verdad no recordaba la situación pero busque el video y me di cuenta. Sinceramente no había escuchado la parte donde Aníbal te dijo eso. Igual te pido disculpas.
-Pau: está todo bien Hora, yo me puse mal porque pensé que quizás ustedes veían algo que yo no. Que quizás lo estaba ahogando
-Horacio: no, te repito nunca lo vi tan bien. Y desde lo de Ana nunca lo había visto tan feliz. Esta embobado con los nenes y está muy enamorado de vos.
-Pau: (sonríe) que bueno saber que ves eso. Yo lo amo con toda mi alma y quiero hacerlo feliz
-Horacio: y lo estas logrando. Yo estoy muy feliz de que estés en nuestra familia. Feliz por mi hijo, porque encontró una gran mujer. Ana te adoraría, te hubieses llevado genial con ella
-Pau: Pepe me lo dice siempre. Me hubiese gustado conocerla. (Nota como Horacio tenía los ojos llenos de lagrima) afortunadamente tengo el mejor suegro que seba unos mates riquísimos

Sienten un grito de Nico y se levantan rápido. No pueden evitar reírse cuando ven a Mateo acostado sobre el lomo de Moro mientras su gemelo intentaba hacer lo mismo. Gritaba porque no podía subirse.

-Horacio: que paciencia les tiene el chancho
-Pau: Moro es lo más. Igual le estamos buscando novia
-Horacio: jajaja, me entere lo que paso con el muñeco. Pobre Moro, está necesitado
-Pau: evidentemente sí.

Cuando empieza a llegar el resto de la familia empiezan a preparar todo en el quincho. Los nenes pasaban de brazo en brazo aunque mucho ya no les gustaba.
Horacio empezó a prender el fuego, quería aliviar en algo a su hijo aunque opto por no preparar la carne, sabía que el quería hacerlo.
Apenas termino la cocina se fue rápido, entro a su casa y se encontró con toda la familia, solo faltaban algunos amigos.

-Pp: viejo adelantaste el fuego, sos un genio. Ya me pongo yo

-Pau: cambiate esa ropa gordo

-Pp: si mi amor. (Se acerca y la abraza) y vos (dirigiéndose a  Horacio) deja de chamuyarte a  mi mujer. Y deja de abrazarla tanto

-Horacio: no es mi culpa, soy irresistible

-Pau: claro mi vida, a alguien saliste vos así irresistible

-Pp: (abrazándola)  me hace muy feliz verlos así. (De repente siente que alguien le agarra la pierna, mira y se encuentra a Nico que había llegado gateando) Hola hijo, viniste a buscar a papá?

-Pau: este enano es increíble, no puede estar lejos tuyo. Veni hijo, dejalo a papá así se cambia la ropa (intento alzarlo pero como ya era costumbre estaba agarradito de la ropa)

-Pp: mmm creo que no quiere

-Pau: pero te tenes que cambiar (lo agarra e inmediatamente empieza a hacer puchero)

-Pp: me lo llevo y en cinco minutos estamos de vuelta

-Pau: te tenes que cambiar, anda y volve rápido antes que empiece el llanto desconsolado

Trato de entretenerlo lo más que pudo, mientras preparaba la carne y la ponía en la parrilla. A mitad de la tarea tuvo que interrumpir para calmarlo.

-Pp: Nico no podes ser así, papá ya te alza, dejame que termine de poner la carne. Mira a Mati como está tranquilo jugando con Tito

-Caro: pero no se queda ni con Paula este chico.

-Pau: es que tiene sueño y no lo vio en todo el día. Acordate que apenas lo alce se duerme, no da más

Ya con los nenes dormidos se dedicaron a disfrutar la noche rodeados de la familia, de sus amigos. A las cinco de la mañana se fueron todos, mientras ella se cambiaba preparo las mamaderas.

-Pp: apenas se despierten les damos la leche y los metemos en la cama grande, va a ser a única forma de dormir un poco mas

-Pau: a vos cualquier excusa te viene bien. Pero me encanta tu idea. Amo dormir abrazada a mis bebés.

-Pau: igual hasta que se despierten voy a aprovechar a abrazarte yo que te tuve lejos muchos días.