lunes, 7 de octubre de 2013

Capitulo 523



Se quedó mudo, solo abrazo a su hijo y sonreía.
-Pp: no te vayas
-Pau: voy a buscar a Nico, está demasiado calladito y eso es peligroso.
Vuelve con el peque en brazos
-Pp: que estaba haciendo?
-Pau: acostado arriba de Moro tirándole las orejas
-Pp: y el chancho no hace nada?
-Pau: es un santo. Te dejo mudo el gordito
-Pp: me mato, me encanta, cuando le enseñaste?
-Pau: estos días, de a poco van aprendiendo, era una sorpresa para la noche, pero me pareció que hacía más falta ahora
-Pp: está muy pegote tuyo
-Pau: pero de ahí a pensar que no te quiere hay un gran trecho mi amor. Los tres te amamos aunque Nico todavía no aprendió a decirlo.
-Pp: hola peque, ya vas a aprender. Yo también los amo.
Quieren que vamos a pasear un ratito?
-Pau: dónde?
-Pp: no sé, damos una vuelta con la camioneta, salimos un ratito
-Pau: dale, vamos.
Dan un paseo en la camioneta pero sin detenerse. Vuelven a la casa para almorzar y descansar un rato
-Pp: el paseo los relajó parece
-Pau: si apenas coman se duermen, mira cómo se tocan los ojitos
-Pp: si, mira a Nico se le ponen los ojitos chinitos cuando le da sueño.
-Pau: entretenelos un ratito, mientras les preparo unos bifecitos
-Pp: ok
-Pau: sin exaltarlos Pepe, la idea es que coman y duerman, no que queden alterados toda la siesta
-Pp: ya entendí, además, si nos dejan la siesta libre quizás tenes un adelanto del regalo
-Pau: jaja, dale nene
-Pp: dale vos con esos bifes.

Efectivamente terminaron de comer y al ratito se durmieron dejándoles tiempo libre a sus papás, que era uno de los objetivos aunque el principal era que no estuvieran molestos a la noche.
La cena era en su casa, venían casi todos los del elenco. Los primeros en llegar fueron Tito y Marcela. Entre las mujeres prepararon todo lo necesario y a los hombres les toco cuidar a los chicos y armar el famoso arbolito que compro Pedro. En realidad más que armarlo fue solo colocarlo, ya venía listo. 
Lo que más trabajo les dio fue mantener niños y perros alejados, ya que les llamaba la atención y querían agarrar las pelotitas
-Pp: no hijo, salí de ahí. No es para jugar, es un adorno (le decía a uno de los gemelos mientras lo llevaba al sillón)
Apenas se descuidaba volvían a acercarse
-Pp: pero veni para acá atorrante, ya te dije que el árbol no
Cada vez que los levantaba en brazos gritaban  por lo que automáticamente se convirtió en un juego, los nenes intentaban ir hacia el árbol y él o Tito los agarraban provocando carcajadas de parte de los gemelos
-Pau: y así se entretienen los cuatro niños
-Marcela: falta el otro niño que seguro en un rato llega. Escucha las carcajadas, les encanta
-Pau: ni que lo hubiésemos llamado, ahí llega el que faltaba
-Gustavo: hola, acá llega el abandonado
-Pau: jaja, que tarado, pasa
-Marcela: le vamos a contar a tu mujer lo que decís
-Gustavo: eso quiero, tienen que decirle que estuve muy deprimido, jaja. No mentira, pero la extraño. Y esas carcajadas?
-Pau: anda al living y fíjate
-Gustavo: che, no vale divertirse sin mi
-Pau: trajiste ropa para tu niño, a este paso van a necesitar pasar todos por la ducha antes de la cena
-Marcela: jaja, si, suponía algo así, tengo un bolso con ropa en el auto
-Pau: jaja.

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