Cerca de las cuatro de
la tarde Paula y Pedro terminaron el arduo ensayo. El viaje fue silencioso y
sus caras de pocos amigos eran indisimulables.
Pau: Pedro, ¿podes
apurar? – le mandó.
Pedro: tengo un auto
adelante, Paula
Pau: Bueno, pasalo, no es tan difícil
Pedro tomó una bocanada
de aire, y optó por mantener el mutismo. Estaba cansado, adolorido y de muy mal
humor. Se respiraba tención de ambas partes.
Una vez en la puerta de
la casa, Paula se bajó de inmediato a reencontrarse con sus bebés. En tanto
Pedro estacionaba el auto en el garaje, no pensaba salir en lo que restaba del
día.
Pau: Hola, Agos- le dijo
a la niñera, mientras tomaba en su manos a Nicolás- ¿Cómo esta mi bebé?- le daba
besitos en los cachetes y este reía sin parar-
¿Cómo se portaron?
Agos: Bastante bien, un
poco mañoso este bebé- dice refiriéndose a Nico.
Paula sonrió: ¿Y Mati?
Agos: Hace media hora
que está durmiendo en su cunita, en cualquier momento se despierta
Pau: a bueno, ¿le
controlaste la respiración?
Agos: si, claro, hace
menos de cinco minutos que subí a verlo
En ese instante entra
Pedro a la casa, y Nico comienza a gritar y llorisquear estirándole los brazos a su papá.
Pau: Bueno, este es el
momento en donde me desplazan- bromea y le pasa el bebé a Pedro.
Pedro: ¿quiere estar con
papá el campeón?- le dice mientras le hacía cosquillas y finge olerle el pañal
- Hay pero que olor tiene este bebé, que sucio- y el gemelo largaba carcajadas
sin parar.
Pau: Bueno Agos, Muchas
gracias, en la semana te llamamos si?
Agos: claro, no hay
problemas
Pau: Pedro, por qué no
la alcanzas hasta la casa? O ya guardaste el auto?
Pedro la miró con cara
de obviedad.
Agos: no se preocupen,
viene mi mamá, debe estar por llegar
Pau: ¿segura?
Agos: si, claro- dijo y
se oye una bocina- justamente es ella
Pau: nos vemos
Pedro le abrió la puerta
y la despidió.
Paula ya había subido
con el bebé a darle la teta y a controlar a Mateo, se lo veía súper relajado y
en paz ya que en estos últimos días no había dormido bien al igual que su
hermano que ya estaba con los ojitos entrecerrados mientras era alimentado.
Pedro subió minutos
después.
Pau: Quedamos re mal con
Agostina – se le quejó.
Pedro: eh ¿Por qué?
Pau: Tu cara, Pedro. Te
pide que la llevaras y pusiste una cara de poker
Pedro: viste que fui a
guardar el auto, si me avisabas lo dejaba afuera y la llevaba
Pau: pero podías
disimular, además ¿Qué te costaba?
Pedro: La vino a buscar
la madre, no paso nada, la podes cortar?- le dijo molesto.
Pau: que vos estés de
mal humor desde que te levantaste o tengas los rayes que tengas, la gente de
afuera no tiene nada que ver – lo retó.
Pedro se acostó en la
cama: quiero dormir
Pau: Pedro – se enojó.
En ese momento Mateo
comenzó a llorar se había despertado, Paula apoyo a Nicolás, que ya dormía en
la cama y fue a buscar al otro bebé.
Cuando hizo fuerza para
levantarlo se desestabilizó otra vez, y casi se cae con el bebé en brazos.
Pedro se levantó de la cama rápidamente.
Pedro: damelo. Qué te
paso?
Pau: nada, me levante de
golpe, solo eso
Pedro: ¿estás bien?
Pau: te digo que sí, me
levanté de golpe y acababa de dar la teta, debe ser eso
Pedro: A ver acostate,
cuidado con Nico- dijo llevándola hasta el borde de la cama.
Pau: estoy bien- le
repetía pero por dentro sintió mucho miedo, con solo pensar el hecho de caerse
con un bebé en brazos la aterrorizaba.
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