Capitulo 480

Los días seguían pasando y el regreso estaba más cerca. El clima no había ayudado demasiado pero aun así lograron terminar la producción. De todos modos el avión salía en tres días.
La ansiedad la estaba matando, quería volver, quería ver a sus hijos, a Pedro. Justamente era él quien más le insistía que aprovechara a estar con su mamá, que disfrutara y se relajara. Iba a intentar a hacerle caso y tal vez de ese modo el tiempo pasaría más rápido.

Para Pedro todo venía bien hasta que llego el Sábado. No podía dejar de ir a la cocina, pensó en llevarse a los chicos pero no le simpatizaba la idea de dejarlos en el camarín tantas horas.
Finalmente y como siempre su familia acudió al rescate. Horacio llego temprano junto con Luciana y los chicos. Ellos se quedarían a cargo mientras trabajaba.

-Pp: gracias viejo, de verdad.
-Horacio: nada que agradecer. Estás loco? Son mis nietos, además sabes el placer que es para mí pasar el día con los cuatro juntos?
-Luciana: si Pepe la vamos a pasar muy bien. Sobre todo los chicos
-Pp: eso seguro. Igual cuando llame atiendan para que me quede tranquilo. (Le da un beso a cada bebito) papá vuelve más tarde, no lloren ni hagan renegar
-Luciana: tienen 8 meses no te entienden.
-Pp: si me entienden. Cuidalos y cualquier cosa me llaman.

 

El programa lo mantuvo bastante ocupado aunque en cada corte llamaba, hasta que su padre le dijo que no pensaba atenderlo más para que dejara de molestar y se concentrara en el trabajo.

Pasaron el capítulo de concubinos en el que participaba Delfina, estuvo Jelinek de invitada, se hizo mención al viaje de Paula y asi paso más rápido de lo que se imaginaba.

Cuando llega a su casa se queda encantado con la escena que se desarrollaba en su living. Delfina y Francisco estaban en la alfombra jugando con los gemelos que reían a carcajadas. Luciana les estaba sacando algunas fotos y Horacio sonreía a más no poder.

 

-Pp: bueno veo que no me extrañaron

-Luciana: no sabes todo lo que jugaron. Van a dormir como unos angelitos

-Pp: ya lo creo. Sacale una foto al viejo antes que se le raje la cara de tanto sonreír

-Horacio: (se acerca y lo abraza) no exagero si te digo que pase uno de los mejores días de mi vida.  Tener a los cuatro juntos y verlos jugar es insuperable

-Pp: que bueno escucharte decir eso. Se quedan a cenar?

-Luciana: yo no puedo, Nacho nos viene a buscar, tenemos cena en la casa de mis suegros

-Delfi: no mami por favor deja que nos quedemos

-Luciana: no pueden, tenemos que ir Delfi

-Horacio: mañana comemos en Mármol

-Luciana: vamos a estar cansados para ir

-Horacio: lo mando a Fede que los busque, ustedes si quieren descansen.

-Pp: vos te quedas viejo

-Horacio: y mañana nos vamos juntos a Mármol?

-Pp: si, aunque antes tenemos que ir a comprar el regalo de Pau, el martes es el cumpleaños.

 

Cuando se va Luciana con los chicos piden algo para comer y prepara el baño para los bebitos. Hablaron un ratito con Pau y después cenaron y se quedaron charlando hasta tarde.

Aunque era tarde decidió llamarle, la extrañaba y habían hablado poco. Ella está volviendo de cenar así que estaba despierta, pasaron más de dos horas hablando, contándose cosas de su día, diciéndose un al otro cuanto se amaban y las ganas que tenían de estar juntos.

 

Tenía muchas ganas de ir a buscar el regalo con los chicos de modo que Horacio se fue más temprano para pasar a buscar el mismo a los chicos en Mercedes y se juntaban en la casa a la hora del almuerzo.

Pensó que la incursión en el shopping iba a ser más difícil pero al ser temprano no había tanta gente y pudo comprar rápido. Se decidió por ropa y una cartera.

Almorzaron y volvieron temprano, quería descansar bien y que los nenes durmieran temprano. Además estaban molestos porque no les había llevado los muñecos básicamente porque encontró solamente uno. Pensaba llegar y buscarlo, no lo veía desde el sábado, seguro Fran o Delfi lo habían usado para jugar y había quedado en cualquier lado.

 

La tarde-noche del domingo la pasaron los tres solitos, jugando un rato, preparando una sorpresa para recibir a Paula. Cuando los dejo en la cuna no se dio cuenta que uno de los muñecos estaba ahí. Mientras preparaba las mamaderas sintió un grito seguido del llanto de Nico. Aparentemente se habían peleado y Mateo le dio un manotazo, lo que dejo como consecuencia  un rasguño en la frente del más pequeñito.

Ya bañaditos y acostados en la cama grande hicieron una llamada cortita para desearle un buen viaje y después Pedro se dedico a retar al mayor de sus hijos por lo que había sucedido.

Lo frustraba el hecho de que cuando llegara la madre encontrara a uno de los bebitos con un golpe en la frente. Se había esforzado un montón para cuidarlos bien y pasaba esto justo el ultimo día. Bajo a la cocina a buscar agua y encontró al culpable de la situación

-Pp: MOROOO

Bueno acá estoy de vuelta, gracias a las que me bancaron en estos dias que fueron complicados. Besos