lunes, 28 de mayo de 2012

Capitulo 432


Horacio y Alejandra salieron de la habitación a comprarles comida a Paula y Pedro. Ya era la hora de la cena y desde que habían llegado a la clínica no habían comido nada.

Pau: aprovecho que estamos solo así le doy teta  Nico, ¿me lo das amor?

Pp: Vaya con mami- le dice alcanzándole el bebé.

Paula lo tomo en brazos y comienza a darle de mamar.

Pau: mira se prendió enseguida- le dice asombrada a Pedro ya que a Nico le costaba agarrar y había que hacer varios intentos.

Pp: Tenia hambre el gordito- dice tomándole la manito.

Pau: ¿Mati duerme? Te fijas como esta, amor

Pp: justo iba hacerlo- dice yendo hasta la cunita donde estaba el bebé- creo que va por el quinto sueño.

Pau rié: Mi vida- dice enternecida- ¿te fijaste la respiración?- le pide mientras le susurra a Nico un “despacito mi amor”.

Pp: está bien, amor. No te preocupes

Pau: ¿pero te fijaste?  No puedo estar tranquila mientras duerme- dice mientras desprendía de la teta a Nico que ya había terminado de comer y solo estaba jugando cual chupete.

Pp: Si me fije,  tranquilízate mi amor- dice acercándose y besándole la frente- dame a Nico que le hago el provechito

Ella se lo dio y fue hasta la cunita de Mateo, a supervisarlo ella misma. Porque no podía con sus manías, con su culpa.  Se queda contemplándolo hasta que siente una mano suavecita y blandita acariciándole la mejilla. Era Nico.

Pp: Te quiero mami- decía el imitando una voz aguda para hacerla pasar por la de su hijo.

Paula sonrió y le beso la manito: yo también, mi amor… a los tres- dice mirándolo a Pedro. Él le da un dulce beso fugaz, antes que Nico intentara separarlos.

En ese instante tocan la puerta Horacio y Ale con la cena.

Ale: ¿sigue durmiendo Mati?

Pau: si, en el quito sueño según Pedro

Ale rió.

Horacio: debe haber quedado agotado, en cambio este pequeñín- dice refiriéndose a Nico- esta con todas las pilas

Pedro: totalmente- dice mientras lo entretenía sin mecerlo demasiado porque recién acaba de comer.

Ale: acá esta la cena chicos- dice dejándola sobre la mesita de desayuno que se encontraba en la habitación- tiene cubiertos de plástico y vasos

Horacio: Trajimos pasta que les gusta a los dos, ¿está bien?

Pau: si, Muchas Gracias

Ale: Hija, ¿se quedan los dos ahora?

Pau: si, si ¿no amor?- dice esperando la aprobación de Pedro que asiente enseguida.

Ale: ¿Nico también? ¿No quieren que me lo lleve?

Paula se queda pensativa.

Horacio: Lo mejor me parece que se quede con Ale en la casa de ustedes, así está cómodo

Pedro: ¿y si extraña?- le dice a su padre.

Pau: eso mismo pienso yo, no quiero que se la pase llorando toda la noche

Ale: Pero tampoco creo que la clínica sea el mejor lugar para un bebé Pau,

Horacio: es cierto, se va a poner molesto porque no conoce, y ustedes tienen que estar atentos con Mateo,

Pedro se encontraba reacio a la idea de que Nico no se quedara con ellos.

Pau: Amor, si te vas vos con Nico y yo me quedo con Mati

Pedro: no te pienso dejar sola Paula- le dice serio.

Ale: Chicos ¿Nico duerme de corrido?

Paula lo mira descolocada: si casi toda la noche, pero ¿Por qué?

Ale: nosotros con Horacio nos quedamos hasta que Nico se duerma, y si usted no tiene problemas- le dice a Horacio-me alcanza con el bebé hasta la casa de los chicos

Horacio: por supuesto, ningún tipo de problema

Ale: y en cuanto Nico se despierte a primera hora me tomo un taxi hasta la clínica

Pau: ¿estás segura má?

Ale: si amor, ni cuenta se va a dar que ustedes no están

Pedro: pero a veces falla y se puede despertar a mitad de la noche- le dice preocupado.

Ale: Chicos, críe tres hijos, con mi nieto no voy a ser menos, Si Nico es feliz con la abuela ¿o no mi vida?- dice asiéndole morisquetas al bebé  que se encontraba en brazos de Pedro y él se reía.

Horacio: Lo que dice Alejandra me parece lo más acertado.

Fue así que Paula y Pedro a regañadientes aceptan la idea de dejar a Nico con Alejandra. Sobre todo por la comodidad  y tranquilidad del bebé que solo su hogar le podía dar. Aceptaron que es solo una noche y por una ocasión especial que lastimosamente no se pudo evitar.

Paula y Pedro ya habían cenado. Sin embargo la tarea de dormirlo a Nicolás se estaba volviendo por demás complicada. No dejaba de moverse en los brazos de su padre, quizás todo lo sucedido lo había alterado.

Ale: ¿si lo prendes de pecho otra vez?- propuso su mamá.


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