Pedro rió.
-Pau: ¿no
queres que te cambie papá?
-Pp:
Nosotros nos vamos a arriba a descansar un ratito- dice asiéndose el tonto y
subiendo las escaleras con Mateo.
-Pau:
¡Pedro!- se quejó- Ves así es como te quiere tu papá- le dice a Nico mientras este la miraba sin entender
nada- y vos que lo preferís eh!- bromea.
Una vez
cambiado el bebé, Paula se dirige hasta la habitación donde en la cama se
encontraba Mateo y Pedro jugando.
-Pau: este
niño también quiere jugar mientras la mamá se baña- dice apoyándolo sobre la
cama.
-Pp: venga
con papá y el hermanito
-Pau: ¿te
fijaste la curita?
-Pp: si,
recién se la cambie. Dale, báñate tranquila que mientras tanto los machos de
la casa nos divertimos jugando
Paula
sonrió y se fue a bañar.
Pedro se
quedó jugando con los gemelos. Estaban uno al lado del otro, Mateo recostado
miraba hacia todos lados y Nico
intentaba sentarse.
-Pp: ¡Epa!-
pronunciaba Pepe a cada intento fallido del bebé y Mateo largaba una carcajada
cada vez que escuchaba la palabra.
De una vez
por todas Nico logró sentarse, y con una manito comenzó a acariciar la cara de
su hermanito un poco torpe.
-Pp:
despacito, caricia, caricia- le decía mientras le dirigía la manito hasta que
pareció entender. Mateo por su parte se puso serio, no le agradaban tanto las
caricias bruscas de su hermanito. Lo miraba a Nicolás de reojo, como
inspeccionando sus movimientos, entonces quiso imitarlo. Apoyo sus manitos a
los costados y hacia fuerza para sentarse.
-Pp: ¡Pau!
¡Pau!- la llamaba- Mira, Veni
Paula salió
con la toalla y todo el pelo mojado asustada.
-Pau: ¿Qué
pasó?
-Pp:
intenta sentarse como Nico
Ambos se
quedaron en silencio, sonrientes viendo como sus bebes interactuaban. Y en uno
de esos tantos enviones Mateo logró sentarse.
-Pau: ¡Muy
bien mi vida!
Pero no
duro ni medio segundo, que Nico lo empujo en un intento de sostenerse el
también y cayeron uno sobre el otro, y comenzaron a llorisquear.
Pedro se
empezó a reír y sacó a Nico de encima de Mateo.
-Pp: sos un
boludin – le decía al bebe.
Paula lo
alzó a Mati intentando calmarlo porque era el que más se había asustado. Era la
primera vez que lograba sentarse.
-Pau: ya
esta, mi amor- le decía mientras le besaba la frente.
Pedro
volvió a sentar a Nico en la cama.
-Pp:
Sentalo al lado
-Pau: ¿y si
llora otra vez?
-Pp: pero
no, es para que se pase el miedo
Paula le
hiso caso y lo sentó al lado de Nico. Los dos se quedaron tranquilos una al
lado de otro.
-Pp: ¿ves?
Paula
sonrió.
-Pp:
quedate con ellos que voy a buscar la cámara. Este momento no me lo pierdo ni
loco
-Pau: dale
que me tengo que cambiar amor- le dice riendo.
Mientras
Paula se cambiaba el filmaba como los bebitos interactuaban entre ellos. Nico
se le tiraba encima
-Pp: despacito
bebé que tu hermanito se asusta
-Pau: qué
raro lo que hace
-Pp: a mí
me parece que quiere jugar
En ese
momento habían quedado los dos acostados y Nico le tocaba la frente a Mateo. Parecía
llamarle la atención la curita
-Pau: no
bebé
-Pp:
(agarrándole la mano) espera, quiero ver que hace
-Pau: pero
a Mateo le duele
-Pp: no le
va a hacer mal, mira
Observaban como
el bebito le pasaba torpemente su manito por la cabeza de su gemelo. Este gesto
parecía gustarle a Mati que no se quejaba por el contrario parecía relajarse.
-Pau: mira,
parece acariciarlo
-Pp: lo
debe haber extrañado, mira cómo interactúan. Me encanta, esta debe ser la
famosa conexión entre los gemelos.
-Pau: cómo
es eso?
-Pp: viste
que dicen que entre mellizos o gemelos tienen una conexión especial, como que
el vínculo es más fuerte
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