viernes, 24 de febrero de 2012

Capitulo 319

Pasaron unos días más en Merlo y decidieron volver a Capital. Pedro aun tenía vacaciones pero ya querían estar en su casa y empezar a organizarse para cuando ambos comenzaran a trabajar.
Colocaron a los bebes en sus huevitos en la parte trasera del auto, y emprendieron viaje a su hogar, la ruta estaba tranquila pero el clima no ayudaba, lloviznaba, y eso a Paula lejos de relajarla, la preocupaba.
Pedro iba alerta, y para relajar prendió la radio.
Los bebes dormían plácidamente, pero en cualquier momento dicha paz podía acabar, con Mati y Nico todo era impredecible.
Pau: amor, si lloran me paras la camioneta y me paso atrás ¿si?
Pedro: como quieras mi vida, tranquila…mira lo dormidos que están- la calma, mientras mira por el espejo retrovisor.
Ella también admira por unos segundos a sus hijos, y a Moro que dormía en una de las alfombras en el suelo todo despatarrado.
Pau: necesitábamos esta escapada, todos- y rió
Pedro sonrió, y otra vez reapareció ese silencio tan placentero, que los colmaba de paz.
Pasaron por pequeño empedrado, lo cual hizo que Pedro tuviera que disminuir la velocidad.
De repente, Paula sintió un fuerte dolor que corrió de su nuca hacia su frente, era una puntada demasiado fuerte, sintió perder el equilibrio de su cabeza, la sostuvo con una de sus manos, hasta que después de unos segundos el malestar comenzó a ceder.
Pedro: amor, ¿estás bien?
Esta abrió sus ojos, y lo miró con una sonrisa forzada.
Pau: si, fue una puntada, nada más
Pedro: ¿Cómo te sentís?
Pau: bien amor, ya esta
Pedro: ¿segura?
Pau: si amor, es que no comí muy poco hoy y el viaje, los pozos por los que pasamos recién, debe ser un conjunto de cosas
Pedro asintió poco convencido.
Ella acaricio el su pierna para así transmitirle seguridad de lo que sentía.
Horas después llegaron a destino cerca del anochecer.
Nico se había impacientado en los últimos minutos de viaje, en cambio Mateo había dormido gran parte del mismo por no decir que todo.
Luego de darles de mamar, bañarlos y con el pañal puesto, los dejaron sobre la cama.
Paula preparo su ropita y le encargo a Pedro que los cambiase mientras ella se bañaba.
Él se los recostó sobre su pecho como tanto le gustaba, Nicolás ya estaba risueño después de tanto berrinche, ahora era Mateo quien estaba alerta, y movía sus ojitos de un lado al otro y sus manitos.
Dejo a Nico ya dormido a un lado para que su hermanito no lo molestara, y posiciono así a este sobre su pecho.
Pedro: Mati, ¿Dónde está el campeón de papa?
Este no le apartaba la mirada, ya lo reconocía y comenzaba a jugar con la anotomía del rostro de su papa, apretaba su nariz y de vez en cuando algún rasguño.
Pedro tomaba la mano de este y le enseñaba a acariciar.
Pau: Te dije que los cambiaras- interrumpió Paula envuelta en una toalla.
Pedro: ¡Shh!- la cayó y se levanto de la cama de un saltó con Mateo en brazos- Nico duerme
Paula sonrió: ¿Por qué no le pusiste la ropita? Encima ahora se durmió y me da lástima molestarlo
Pedro: hace calor Pau, además ahora van a dormir ¿o no bebe que te vas dormir eh?- le advirtió.
Pau rió: por supuesto que va a dormir, mama y papa también merecen descansar…. ¿te vas a bañar amor?
Pedro asintió, y le dio a Mati en brazos y luego se fue al baño.
De pronto regresó.
Pedro: me olvidaba de algo
Pau: ahora te llevo toalla y ropa, amor
Pedro rio: eso no- dijo tomándola de la cintura y la beso- te amo, estas muy linda mojada
Paula: dale anda boba- y se sonrió.
Camino hasta la cama donde se encontraba Nico dormido y coloco a su hermano al lado.
Pau: ¿Qué pasa que este bebe no se quiere dormir?- le dijo con voz finita y dulce, Mateo pareció sonreír, aunque podía ser demasiado pronto.
Paula los miró a ambos, y esa pancita al aire con los ombligos al descubierto la podían.
Y comenzó a hacerle cosquillas con su boca en la pancita de Mateo, que era el que estaba despierto.
Pau: ¿Quién el nene lindo mama? … si Mateo es el nene lindo de mama- continuaba con los mimos entre risas, fue en ese instante que sintió la presencia de Pedro y miro hacia al marco de la puerta.
Pedro: seguí, que busco la cámara- dijo enternecido por la situación
Pau: no, a esta hora no amor, mañana tenemos que levantarnos temprano para las vacunas - se quejó y se sintió el llanto de Nico- ¿Qué pasa bebe?- dijo alzándolo
Pedro apareció con la cámara en mano.
Pedro: esta celoso, quiero que mami también le haga esos mimos
Pau: ¿Así mi vida? – le decía al bebe mientras le hacía cosquillas- no me enfoques- le pidió y Pedro obviamente hiso caso omiso.
Después de varias risas, la cámara se apagó, y luego de varios intentos fallidos los gemelos se durmieron.
Y minutos después los papas.
Mañana les esperaba una mañana cargadita, debían llevar a los bebes a su primera vacuna, y casi sin hablarlos, el tema los tenía algo nerviosos y preocupados.

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