domingo, 1 de abril de 2012

Capitulo 378

-Miguel: Delfina
-Delfi C: qué? Ella no vive acá y anoche no nos invito, porque tenemos que invitarla hoy?
Paula miraba a su hermana sin entender, lo único que podía darse cuenta era que estaba muy enojada aunque no lograba descubrir los motivos. De todos modos estaba siendo agresiva y eso la lastimaba
-Pau: no se qué te pasa pero no me voy a quedar para que me sigas maltratando
-Miguel: no Pau, esta también es tu casa. Quedate
-Pau: prefiero irme, ya es tarde y los nenes enseguida tienen que mamar
-Gonza: de verdad Pau quedate, llamalo a Pedro y cenan acá
-Delfi C: también tiene que venir Pedro?
-Pau: suficiente. (Se levanta) mañana si quieren los busca Pepe para que vayan un rato a casa. Que descansen (saluda a sus abuelos)
Agarra a los bebitos, el bolso, el cochecito, Moro y se dirige a la puerta
-Miguel: hija espera, ya hablo yo con tu hermana, no entiendo que le pasa?
-Pau: yo tampoco. Pero la verdad me duele que me trate así, mejor me voy. Además Pedro llega cansado y quiero esperarlo en casa
-Gonza: pero no quiero que te vayas así, estas nerviosa y vas con los chicos
-Pau: estoy bien Gon. Mejor tranquiliza a los abuelos que se quedan mal. Después voy a hablar con Delfina
-Gonza: dejame que te acompañe al menos
-Pau: estoy bien Gon. Apenas llego los llamo. Quedate con los abuelos
Subió los nenes a la camioneta, cargo el cochecito, a Moro y salió rumbo a su casa. Extrañamente el perro en vez de ir entre los bebitos como era s costumbre últimamente se ubico en el asiento del acompañante. Una vez más parecía entender quien lo necesitaba más.
Tardo un poco más de lo acostumbrado porque a pesar de fingir rente a su familia que estaba bien su estado anímico era muy diferente. Estaba nerviosa y sobre todo dolida. La había sorprendido la forma de hablarle de su hermana.
Llego a la casa y entro. Prendió todas las luces y recién bajo a los nenes. Venían despiertos, Nico calladito y Mateo jugaba con sus manitos. Se quedo un largo rato mirándolos, ellos le daban la paz y la tranquilidad que necesitaba en ese momento.
De repente sintió vibrar el celular, se acordó que no había avisado. Efectivamente era Gonzalo
-Pau: Gon perdón, me colgué con los nenes. Llegamos muy bien
-Gon: está bien, me alegro que llegaran bien. Descansa y no te preocupes que yo me voy a encargar de esta pendeja
-Pau: no Gon deja, mañana voy a hablar con ella. Mandales un beso a todos y gracias por preocuparte.
Se fijo que tenia de comida en la heladera, decidió lo que iba a calentar ya que había quedado bastante entre el bautismo y el asado mas sus abuelas la heladera está llena.
Se dedico a darle de mamar a los nenes, eso la relajo aun mas. Mateo termino de comer y al ratito se durmió, contrariamente Nico estaba bien despierto. La miraba y acariciaba con sus manitos la cara de su mamá.
Estuvieron largo rato los dos solitos mimándose por decirlo de algún modo. Hasta que sintió que llegaba Pedro. Se levanto y fue hasta la cocina con el nene en brazos
Llegaba cansado, había sido un día bastante complicado. Apenas entro a la cocina ver a su mujer con uno de los gemelos en brazos lo hizo sonreír. Sonrisa que se desdibujo en el instante que vio su cara.
La conocía perfectamente y sabía que algo pasaba. Su cara reflejaba angustia. Sin decir una palabra la abrazo, al tiempo que besaba tiernamente a su hijo menor.
-Pp: todo bien?
-Pau: si amor, te extrañe mucho. Y este pícaro se quedo despierto a esperarte
-Pp: si que te quedaste a esperar a papá? (Le decía al bebé al tiempo que lo tomaba en sus brazos)
-Pau: cenamos?
-Pp: si. Pero antes hay que llevar este bebé a su cuna. Mira se durmió
-Pa: te dije que te estaba esperando.

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