miércoles, 25 de abril de 2012

Capitulo 404


Llego a su casa y estaba la cena lista, los chicos todavía despiertos. No se dormían si no los bañaban, ya se habían acostumbrado. Amaba esos, momentos, los disfrutaba a pleno.

-Pau: dignos hijos tuyos, aman el agua

-Pp: jaja mira como hacen las patitas

-Pau: y mira la carita de puchero que hacen cuando los sacamos

-Pp: y los dejemos un ratito mas

-Pau: no, ya pasaron bastante tiempo, les va a dar frio

-Pp: y bueno  vamos a vestirlos.

Ya los bebitos estaban listos para alimentarse, Pedro se encargo de darle la mamadera al más pequeño. Se la termino sin problema y se quedaron jugando hasta que se durmió.

Mateo estaba dormido en su cuna por lo que su mujer lo obligo prácticamente a dejar al menor de a familia también en su cuna.

-Pau: ya te dije o los dos o ninguno

-Pp: pero Mati ya está dormido

-Pau: lo mismo, aparte yo también quería mimos

-Pp: hubiésemos empezado por ahí.

Empieza a besarla suavemente mientras acariciaba su espalda. Ella responde de la mejor manera. Los besos y caricias empezaron a ser más intensos. De repente se siente el llanto de Nico, Pedro se levanta rápidamente y lo toma en brazos

-Pp: que pasa hijo? (Mirándola a Paula) serán cólicos

-Pau: no creo, damelo

Después de pasearlo durante dos horas, habiendo recorrido toda la casa meciéndolo estaban al borde del colapso

-Pau: no entiendo que pasa. Ni con vos ni conmigo se calma

-Pp: le habrá caído mal la leche? Yo se la hice más liviana para que no le haga mal como a Mati

-Pau: como más liviana?

-Pp: le puse menos

-Pau: (sonríe) ayy mi amor si no te amara tanto te mataría

Toma a Nico en sus brazos y se sienta a darle de mamar. Apenas lo puso en el pecho el bebé se prendió desesperado. Paula sonreía mientras le acariciaba la carita sacando las lágrimas del rostro de su hijo.

Parado frente a su mujer miraba sin entender nada. No sabía que había pasado pero estaba seguro que era culpa de él. Lo frustraba cuando pasaban estas cosas, no podía evitar sentirse mal padre.

-Pau: no pasa nada amor, es solo que estaba muerto de hambre. Seguramente le hiciste la leche muy aguada

Espero pacientemente a que su hijo terminara de comer y se durmiera. Después sin decir palabra salió al jardín y se prendió un cigarrillo. Después de un rato sintió las manos de Pau quitándole el cigarro de la boca y lo tiraba al pasto.

-Pau: no fumes, no te hace bien

-Pp: me saca los nervios

-Pau: pero no paso nada

-Pp: lloro casi dos horas por mi culpa

-Pau: Si vamos al caso yo tampoco me di cuenta

-Pp: si pero fue culpa mía. Soy un desastre

-Pau: vos sos un tierno, eso sí, la próxima preguntame

-Pp: (sonríe) era una pirañita, te dolió?

-Pau: un poquito, a veces pero no es nada.

-Pp:  hoy te puedo  pedir mimos?

-Pau: jaja si mi amor, hoy y siempre.  La única condición es que entremos porque me estoy congelando

La abraza y entran a la casa

-Pp: estas helada mi vida, vení nos demos una ducha calentita y vamos a la cama

-Pau:  parece que no era solo mimos

-Pp: jaja te juro que no hay segundas intenciones, pero si vos queres sabes que yo estoy siempre dispuesto

-Pau: sos un tonto, veni entremos que de verdad me estoy congelando

 Después de bañarse se acuestan. La angustia había disminuido pero igualmente ella se encargo de mimarlo y relajarlo hasta que se quedo dormido.

No tardo en acurrucarse en su pecho y dormir hasta que sonara el despertador o  hasta que sus hijos se despertaran lo que sucediera primero

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