jueves, 12 de abril de 2012

Capitulo 391

-Hernán: ya lo sé. Nunca te vi tan estúpido por una mujer. Y sé que amas a tus hijos. Queres darte una ducha? Descansar? Comer algo?
-Pp: no te quiero invadir
-Hernán: te podes quedar el tiempo que necesites
-Pp: gracias. No quiero que la familia se entere. No quiero que se metan
-Hernán: te entiendo, esta es tu casa. Y quedate tranquilo que todo se va a solucionar.

Por su lado Paula seguía llorando desde el momento que Pedro se fue. Estaba enojada, asustada, confundida. Sabía que había sido hiriente al decirle que era mal padre. Y lo peor es que realmente quería lastimarlo. En ese momento sentía tanta bronca que no se reconocía.
Decidió esperar, ver de qué forma reaccionaba y actuaba Pedro. No iba a ser ella la que lo llamara, aunque la angustiara no saber cómo estaba. Y más la intranquilizaba no saber dónde.
Se daba cuenta que no sabía realmente cuan lastimado estaba, ella solo había visto un par de raspones y ahora que hacia memoria tenía algo parecido a una quemadura en el pecho.
Se arrepentía de no preguntarle lo que había dicho el médico.
El llanto de Mateo la saco de sus pensamientos y la devolvió a la realidad. Se acerco a la cuna y tomo a su hijo en brazos. Casi sin darse cuenta y sin saber muy bien porque se sentó en la hamaca que Pedro le había regalado.
Mientras amamantaba a su hijo, le acariciaba la carita, era realmente un nene muy dulce que sonreía todo el tiempo.
De alguna forma había logrado relajarse de modo que cuando termino con el mayor fue en busca del pequeño de la familia. Intuía que iba a ser un poco más complicado. Nico tenía una relación muy especial con su papá y siempre parecía saber cuando algo no andaba bien.
Le dio un poquito más de trabajo alimentarlo pero finalmente lo consiguió.
Una vez que los nenes dormían plácidamente se dio un baño e intento dormir. El cansancio de la noche anterior ayudo para ello.

Se despertó cerca de las cinco de la tarde con el sonido del teléfono. Atendió rápido, era Delfina que quería pasar a ver a los nenes. Le mintió diciendo que estaba por salir, no quería que la viera en ese momento. Al menos hasta que las cosas estuvieran claras no quería que nadie supiera.
Levanto a los bebitos y los llevo a jugar al living. Era gracioso ver como hacían sus primeros intentos por gatear siguiendo a Moro.
Pasar la tarde jugando con sus hijos había logrado distraerla bastante pero inevitablemente con la llegada de la noche le fue imposible no extrañarlo. El celular había sonado varias veces durante la tarde sin embargo no había atendido, no sabía que decirle y menos por teléfono.
Acostó a los bebitos y se quedo mirando tele, sabía que debía dormirse, el día comenzaba con una producción para Nubilis y se extendía bastante tiempo. Eso también la preocupaba, Agostina era una excelente niñera pero nunca se había quedado tantas horas sola con los nenes. La otra opción era llevarlos con ella pero eran muchas horas para tenerlos fuera de casa y se ponían fastidiosos. El sonido del celular la saco nuevamente de sus pensamientos. Esta vez era un mensaje "Espero que estén bien, los amo y los extraño. Pepe"
Demás esta decir que lloro hasta quedarse dormida.

Arranco el día con un gran dolor de cabeza. Apenas desayuno, no tenía hambre. Le dio de mamar a los bebitos, los cambio y la lleno de instrucciones a la niñera. Partió hacia el lugar donde debía hacer las fotos.

Por su lado Pedro apenas se despertó se fue a su casa. Necesitaba verla, y ver a sus hijos. Cuando llego Paula ya se había ido, estaba la niñera. Paso un rato con sus hijos, llamo a la productora para saber que tenía que hacer. Le tocaba editar varias notas.
Edito hasta las dos de la tarde y el resto se lo llevo para hacerlo en su casa. Había quedado con Agostina en que él iba a esa hora y se quedaba con los nenes hasta que llegara Paula.
No sabía cuál iba a ser su reacción cuando lo viera pero de lo que estaba seguro era que necesitaba verla.

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