domingo, 18 de marzo de 2012

Capitulo 360

-Pp: si Ale ya vamos para allá

Corta el teléfono se levanta rápido y empieza a vestirse. Se da cuenta que no sabía que pasaba, así que vuelve a marcar el numero de su suegra.

-Ale: hola Pedro
-Pp: si Ale perdón es que con todo el apuro no te pregunte qué pasa.
-Ale: mira Nico no para de llorar hace dos horas que esta así, ya probé de todo pero no se calma.
-Pp: quedate tranquila ya salimos para allá

Se acerca a Paula que seguía durmiendo

-Pp: amor, despertate tenemos que volver a casa
-Pau: ya es de día?
-Pp: no, es que llamo tu mamá
-Pau: les paso algo a los chicos? (Mientras se vestía rápidamente)
-Pp: dice que Nico está llorando hace rato, que no lo puede calmar con nada.
-Pau: pobrecito mi vida. Vamos
-Pp: si vamos (saliendo de la habitación)
-Pau: (lo agarra del brazo) espera. Gracias por esta noche maravillosa, te amo
-Pp: (sonríe) yo también te amo, ahora vamos a ver qué le pasa a nuestros bebitos
Apenas entran a la cochera se sentía el llanto de Mateo y a Nico. Pero el llanto del pequeño era totalmente desconsolado
-Pau: hola mami, perdón. A ver qué les pasa
-Ale: Mati se despertó recién, pero Nico se despertó hace dos horas y no lo puedo calmar con nada. Hasta probé con bañarlo, pero nada
-Pau: (tomándolo en brazos) a ver hijito que te pasa? Por qué lloras así?
De a poquito Nico se iba calmando mientras Pedro preparaba las mamaderas. Mateo se calmo enseguida, lloraba por hambre y porque su hermano lo había despertado. El más chiquito aunque se había calmado un poco no dejaba de sollozar
-Pau: le dolerá algo?
-Pp: no creo, me lo das un ratito. (Alzándolo) a ver qué le pasa a mi principito. Vamos a ver si los métodos de papá funcionan.
Apenas Pedro lo alzo el bebé se acurruco en su pecho, seguía medio llorón pero mucho más calmado. El hizo lo que siempre hacia se desprendió la camisa y lo dejo sobre su pecho hasta que se calmo totalmente
-Pau: se calmo?
-Pp: si parece que sí, dame que le doy la mamadera. El gordito ya termino?
-Pau: si ya se está por dormir.
Cuando logro que Mateo se duerma se fue a la cocina, tenía una mezcla de sentimientos, por un lado amaba la relación que los nenes tenían con Pedro. Pero no podía evitar sentir la frustración de no haber podido calmar a su hijo
-Ale: no te sientas mal, es genético lo de Nico
-Pau: cómo?
-Ale: vos hacías las mismas crisis cuando no estaba tú papá. A veces tenía que viajar a ver unas telas y vos no dejabas de llorar los días que no estaba en casa.
-Pau: no me mientas mamá
-Ale: no te miento, es así. Igual que Nico. Y lo haces hasta el día de hoy. Cuando necesitas algo al primero que llamas es a tu padre, yo ya me acostumbre
-Pau: pero yo a vos te adoro, sos mi mamá
-Ale: ya lo sé, aunque al principio me paso como a vos, después termine por asumirlo. Es más queres que te diga algo que note últimamente?
-Pau: qué?
-Ale: a vos el único capaz de tranquilizarte totalmente es Pedro, no es raro que a tus hijos les pase lo mismo

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