Capitulo 272

Ale noto lo tenso de la situación y lo incomodo que era para ellos.
-Ale: chicos mientras almuerzan y hasta que se vaya Pedro voy a aprovechar para hacer algunas cosas. En un rato vuelvo
-Pau: bueno, gracias mami
-Pp: gracias Ale
Siguieron almorzando en silencio, en realidad Pedro comía, a ella no le pasaba ni un bocado. La situación la había angustiado mucho, reconocía que no había sido el tono más feliz con el que le había hablado, pero la indiferencia de Pedro la hacía sentir muy mal.
Cuando termino de comer, levanto su plato y todo lo que había ocupado. En ese momento Mateo empezó a llorar y Paula lo alzó. No era todavía la hora de darle de mamar. Trataba de calmarlo pero no podía, cada vez lloraba más y si seguía así en cualquier momento se despertaba el otro peque.
Se va al living y lo mecía.
-Pau: que pasa bebé, porque lloras?
-Pp: fijate el pañal, quizás es eso
Se fija y efectivamente se había hecho caca, era eso lo que lo tenía molesto. Se fue a la habitación de los niños y preparo las cosas para cambiarlo. Mientras le ponía el pañal no pudo evitar que se le cayeran algunas lágrimas. Estas situaciones la frustraban. Como era posible que no se diera cuenta que su hijo necesitaba que le cambie el pañal.
Cuando termino lo hizo dormir y fue a ponerlo en su cunita. Entro a la habitación y vio a Pedro acomodando a Nico en la otra cuna. El se dio cuenta de que Paula había llorado y no pudo seguir en su postura de enojado
-Pp: pasa algo?
-Pau: no, ya lo cambie
-Pp: te preguntaba si te pasa algo a vos?
-Pau: no, nada.
Se va a la cocina y se pone a lavar los platos. Pedro se queda parado en la puerta de la habitación, se pasaba la mano por la nuca, pensando. Finalmente se decide y baja.
-Pp: Pau (no recibe contestación) Pau, mirame
Como no consigue que lo mire la agarra suavemente del brazo y la gira. Tal como él pensaba estaba llorando, no pudo contenerse y la abrazo.
-Pp: que pasa? Porque lloras?
-Pau: no pasa nada.
-Pp: y por qué lloras?
-Pau: por gusto.
-Pp: si estas en esa postura es muy difícil hablar.
-Pau: me siento mal porque te hable de mal modo apenas entraste, pero cuesta que Nico se quede solo, es mañoso y le gustan los brazos. Eso sumado a que de verdad tenes que lavarte las manos antes de alzarlos, son chiquitos y tenemos que ser cuidadosos.
-Pp: no era más fácil explicármelo así.
-Pau: tampoco contestaste de buena manera
-Pp: perdón llegue cansado. Los extrañe mucho toda la mañana
-Pau: a los bebitos puede ser, a mi no creo.
-Pp: por qué decís eso?
-Pau: no me diste ni un beso
-Pp: (sonríe) perdón. Hola mi amor (la besa) estaba muy rica la comida. Vamos a acostarnos un ratito, mas tarde me tengo que volver a ir.
Se acuestan y nota que Paula seguía angustiada.
-Pp: que pasa mi amor?
-Pau: soy una mala madre. Ni siquiera me di cuenta que necesitaba que le cambie el pañal.
-Pp: (no puede evitarse reírse ) no sos mala madre, te pusiste nerviosa. Además los dos estamos aprendiendo, no llores por eso. Venia acá (la abraza y le daba besitos) no te angusties por cosas así.
-Pau: me puso mal la situación. Me desespera no saber porque lloran. Pero supongo que ya vamos a aprender
-Pp: por supuesto. Igual me pone muy contento saber que mi hijito es obediente
-Pau: no entiendo.
-Pp: cuando me toco cambiarle el pañal a mí, le pedí que la próxima esperar que la madre se desocupara para que lo cambie. Y me hizo caso.
-Pau: (ser largo una carcajada) sos un tarado.