domingo, 22 de enero de 2012

Capitulo 294

Apenas Pedro salió de la casa Paula se puso a llorar. No entendía porque habían llegado a ese punto, si estaba todo bien. Disfrutaban de sus hijos, se amaban, pero algo pasaba como para haberse agredido de esa manera.
Le dolía que sintiera que lo rechazaba, pero la situación la superaba. Era mucho los dos bebitos, la casa, el perro, entonces inevitablemente Pedro quedaba en último lugar. Intento llamarlo, nunca atendió el teléfono. Le mando mensajes, lo necesitaba, por primera vez desde que volvieron a estar juntos tuvo miedo de perderlo
Estaba tan angustiada que no podía parar de llorar. De repente Nico empezó a llorar y Mateo lo siguió. Si algo faltaba para que la situación fuera aun peor era eso. No tenía a quien llamar, su mamá estaba en Lobos, su hermana había regresado a Punta de Este con Miguel es misma mañana y Zaira estaba en Catania.
Respiro hondo y estableció prioridades, se acerco a los bebitos, los empezó a pasear en el cochecito, les puso el chupete y comenzó por alimentar a Mateo, tal como el pediatra se lo había dicho. Cuando termino con los dos, les cambio el pañal y los puso en sus cunitas. Volvió a llamara a Pedro, nuevamente no obtuvo respuesta.
Se dio una ducha rápida, se acostó, pensaba como arreglar las cosas. Cada tanto insistía con los llamados. Estaba muy preocupada, sobre todo porque no sabía dónde estaba, si al menos le contestara diciendo que estaba bien, pero ni siquiera eso. Cerca de las cuatro de la tarde llego el tan esperado mensaje, no decia mucho pero alcanzaba. Estaba volviendo a casa era lo único que necesitaba y así se lo puso en el siguiente mensaje.
Por la hora los bebitos iban a querer comer y no quería que la casa fuera un caos cuando Pedro llegara. Así que decidió implementar algo que había aprendido en el curso pre-parto.

Cuando entro en la casa se encontró con Paula dándole de mamar a los gemelos juntos. Tenía uno en cada brazo y los dos estaban ocupadísimos comiendo. Cuando sintió que se abría la puerta Paula levanto la vista, sonrió al verlo. Estaba enojada, más que por la discusión por el hecho que desapareciera tantas horas sin avisar nada.
No dijo nada, termino de darle de comer a los bebitos y le pidió si la ayudaba con el tema del provechito. El se lavo bien las manos y agarro uno de sus hijos. Ninguno hablaba y casi no se miraban, no sabían cómo encarar la charla que sabían era inevitable. Una vez que Nico estuvo listo lo puso en el cochecito, se acerca donde estaba Paula y le beso la cabecita a Mateo, luego se fue a bañar.
Cando salió se vistió rápidamente, se puso un short y una remera. Bajo al living y la vio a Paula sentada en el sillón, los dos bebitos dormían. Se sentó y se quedo callado. La miro y vio como lloraba en silencio, no aguanto más, no le importo mas nada, era su mujer, la amaba con locura y no podía verla así. La abrazo fuerte mientras murmuraba pidiéndole perdón.
-Pp: por favor no llores más, no puedo verte así. Perdoname
-Pau: (sin saber muy bien lo que hacía le golpeo el pecho) nunca más te desaparezcas así, me muero si te pasa algo.
-Pp: ya estoy acá mi amor, tranquila. Perdón, solo necesitaba pensar. Perdón.
Se quedaron largo rato sin hablar, Paula solo se dejaba abrazar. Hasta que no aguanto más y lo abrazo fuerte, Pedro sintió que le ardía el cuello y la pulsera que tenia puesta su mujer le raspaba.
-Pp: mi amor me encanta tu abrazo, pero me duele
-Pau: que pasó? Que te duele?
-Pp: nada me raspo la pulsera y me arde. Me debo haber quemado, estuve mucho rato bajo el sol
-Pau: estuviste todo este tiempo caminando?
-Pp: camine un rato y decidí ir a visitar a mi mamá. Me tome un taxi y fui a Mármol. Todo el tiempo estuve allá y me estuvo dando el sol.
-Pau: (si algo le faltaba para terminar de aflojar era escuchar esas palabras) a ver dejame sacarte la remera, despacito, que no te raspe la costura.
-Pp: despacito que me arde
-Pau: Pedro tenes roja esta parte. Te quemaste mucho. Espera que busque la crema.
-Pp: esta helada
-Pau: si porque estaba en la heladera, es la de los bebitos
-Pp: no ocupes esa poneme cualquier otra
-Pau: esta es mejor porque es más suave y tenes la piel muy sensible de verdad te quemaste mucho. (Mientras le pasaba suavemente la crema no se aguanta las ganas y le dio un beso en el cuello cerquita de la oreja)
-Pp: se que nos debemos una charla pero podemos dejarla para más tarde? Me duele un poco la cabeza
-Pau: (se levanto del sillón y se puso delante de él mirándolo a la cara) solamente quiero decirte una cosa, después hablamos de lo que quieras
-Pp: decime
-Pau: te amo
Como única respuesta recibió un beso tierno y fogoso a la vez.

1 comentario:

  1. aiii me muero. que ternura!!! quiero más caps con la reconciliacion ♥

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