domingo, 22 de enero de 2012

Capitulo 293

-Pau: para nene que te pasa?
-Pp: a mi nada. Fijate a vos que te pasa conmigo y cuando lo sepas si tenes ganas me lo decís.
-Pau: para, para sos vos el que no avisas y te llevas a mis hijos.
-Pp: también son mis hijos. No me los robe, salí a pasearlos. Tanto te molesta?
-Pau: me asuste, podes reconocer que te equivocaste?
-Pp: (se sienta en el sillón totalmente frustrado? No se…
-Pau: (lo interrumpe) que no sabes?
-Pp: para un poco.
-Pau: no me grites. Qué te pasa?
-Pp: nada Paula que me puede pasar. Salvo que mi mujer piensa que hago diferencia entre mis hijos, que soy un mal padre,
-Pau: nunca dije eso
-Pp: no hace falta, se te entendió perfectamente lo que insinuaste. No tengo que pedirte permiso para acercarme a mis hijos. Al menos ellos no me rechazan
-Pau: quien te rechaza? Estas paranoico nene
-Pp: quien me rechaza? La verdulera de la esquina. Vos me rechazas, crees que no me doy cuenta? Que me haga el estúpido no quiere decir que lo sea.
-Pau: no me podes decir que te rechazo cuando hicimos el amor hace unos días. Crees que no me costó?
-Pp: no te me acercas nunca, cada vez que me acerco yo te escapas. Gracias por hacerme el favor de hacer el amor conmigo, no sabía que te implicaba un esfuerzo tan grande.
-Pau: no quise decir eso
-Pp: no te hagas problema, también te mal interprete (irónico). Sabes que no tengo ganas de que me sigas boludeando.
Salió de la casa dando un portazo, no se llevo las llaves de la camioneta, quería caminar. Estaba enojado, todo lo bien que se sentía más temprano había quedado de lado. Le molestaba que Paula no le reconociera el esfuerzo, él se preocupaba por aprender, por ocuparse de los bebitos. Quería hacer las cosas bien, trataba de estar cerca de ella, incluso disimulaba el hecho de sentirse rechazado. Entendía que hace poco tiempo que había dado a luz y no le exigía tener sexo, solo quería estar cerca. La verdad necesitaba una caricia, una muestra de afecto.
Mientras caminaba sentía vibrar su celular, pero no lo atendió. Siguió caminando, necesitaba tomar aire, tratar de aclarar sus ideas. Lamentaba que no tener a donde ir. Mariano estaba de vacaciones, Hernán se había ido a Mármol. No quería hablar con ninguna de sus hermanas, ni siquiera con su papá. Lee daba vergüenza, además lo veía tan contento con sus nietos, no quería que supiera si había problemas.
Se tomo un taxi y se fue a Mármol, decidió que necesitaba una charla con la única persona que siempre lo entendía.
Bajo en la puerta del cementerio, compro flores y camino despacio hasta que llego a la tumba de su mamá. Puso las flores, rezo una oración y se quedo un largo rato en silencio. Después se puso en cuclillas como si eso lo hiciera sentirse más cerca y empezó a hablar. Era casi como cuando ella estaba viva, la unica diferencia era que no lo podía contestar. Pero a medida que hablaba y le contaba todo lo que venía sucediendo se iba sintiendo mas aliviado. Se dio cuenta que en todo el año había ido solo un par de veces y siempre apurado.
No sabía cuánto tiempo hacia que estaba ahí, solo sentía el sol sobre la nuca. Mientras le contaba a su madre todos los acontecimientos, las ideas se iban aclarando poco a poco. Se quedo un rato más y salió caminando despacio. Llego a la puerta y tomo el taxi que ya lo estaba esperando, lo había llamado antes de salir. Se felicito mentalmente por haber agarrado los lentes de sol. Había llorado mucho, tenía los ojos hinchados y muy pocas ganas de hablar.
Afortunadamente el taxista no era charlatán. Por primera vez desde que salió de su casa saco el celular del bolsillo, lo primero que hizo fue mirar la hora, eran las cuatro de la tarde. Tenía más de veinte llamadas perdidas. Todas eran de Paula. También tenía mensajes. Decidió contestarle, “en un rato llego, necesitas algo”
La respuesta no se hizo esperar, “lo único que necesito es a vos”
Sonrió, aunque sabía que les esperaba una larga charla, esa respuesta lo tranquilizaba. Ella lo necesitaba, tanto como él la necesitaba. De repente se encontró pidiéndole al taxista que se apurara, quería llegar ya a su casa

No hay comentarios:

Publicar un comentario