domingo, 22 de enero de 2012

Capitulo 292

Evidentemente Nico era el más tranquilo, se había despertado pero esperaba pacientemente su turno de ser alimentado. Pedro termino con Mateo, lo hizo hacer el provechito y lo dejo en el cochecito. El bebé estaba despierto pero tranquilo porque había comido. Levanto con cuidado a Nico, comprobó la temperatura de la leche y se sentó para darle la mamadera.
-Pp: vamos a probar si te gusta la lechita que te preparo papá.
Después de varios intentos y ya un poco frustrado porque no podía hacer que su hijo tomara la leche se dio cuenta que el problema era la tetina. Se acordó que dentro de las muchas cosas que les habían regalado había una mamadera gigante que tenía varias de distinto tamaño adentro. Aun con Nicolás en brazos subió hasta el cuarto de los bebitos, buscó las mamaderas y eligió la que tenía la tetina más chica.
Después de lavar el elemento sentó tranquilo y volvió a intentar darle a Nico que a esta altura ya manifestaba un poco de hambre. Hubo un par de intentos fallidos y por fin el bebito empezó a tomar, hecho vivido como un triunfo por parte de su padre. Sabía que era algo simple pero para él lograr que tome la leche era algo muy significativo.
Cuando termino con Nico se le ocurrió sacarlos a pasear un ratito aprovechando que a esa hora no hacía mucho calor y no había mucha gente en la calle. Nuevamente subió a buscar ropita y pañales. Los cambio, los puso en el cochecito y cuando estaba por salir Moro empezó a ladrar.
-Pp: cállate Moro que vas a despertar a mamá. Veni, si queres también te llevo a vos, pero solo si te portas bien
El perrito como si lo entendiera dejo da ladrar, espero pacientemente hasta que le puso el collar y salieron los cuatro. Caminaron un buen rato, pasaron por la panadería, compraron facturas. Estaba abierto un negocio que Pedro no conocía, decidió entrar y ver que tenían. Era una avícola, se veía muy limpia, compro supremas, hamburguesas de pollo y varias presas.
Mientras volvía a su casa pensó que si lo veía alguno de sus amigos lo cargarían de por vida, pero no le importaba. Se sentía bien, útil y se sorprendía a sí mismo. Era como que necesitaba comprobar que podía aportar algo, aliviarle la tarea a su mujer.
Aun les faltaban un par de cuadras para llegar cuando le sonó el teléfono, era Paula muy preocupada porque se había despertado y no encontró a nadie en la casa. Le dijo que ya estaban llegando. Apuro el paso y se insulto a sí mismo por no haber dejado una nota. No lo había pensado , parecía que nunca lograba hacer las cosas totalmente bien. Apenas abrió la puerta de la casa apareció Paula
-Pau: porque te llevas a los bebitos sin avisarme
-Pp: hola mi amor, buen día. Pensé que volvíamos antes que te despertaras.
-Pau: deben tener hambre, mira la hora que es.
-Pp: ya les di de comer, a los dos (dijo remarcando las últimas palabras)
-Pau: (no le contesto y se levo a los bebes para el comedor) buen día bebes preciosos. Mami se preocupo que no estaban
-Pp: (viene con la bandeja del mate y las facturas) pasamos por la panadería para sorprenderte con el desayuno
-Pau: gracias (mientras alzaba a Nico y después a Mateo)
-Pp: no les hice nada Paula, soy el padre, los se cuidar
-Pau: no dije nada
-Pp: no hace falta los estas revisando para ver si están bien.
-Pau: no es así Pedro, solo……
-Pp: solo qué? Tan inútil pensas que soy? Tan mal padre te parezco?
-Pau: calmate estas haciendo un problema de la nada
-Pp: de la nada no. Ayer me dijiste que hacia diferencias entre mis hijos. Jamás haría eso, solo pensé que al ser mas pequeñito lo mejor era que lo tuvieras más tiempo con vos. Para tu información tampoco hago diferencias con mis sobrinos, Delfi es más apegada a mí, eso no significa que lo quiera menos a Fran.
-Pp: no grites, perdón si me mal interpretaste
-Pp: te interprete perfectamente lo que dijiste. Hoy me ocupe de los bebitos para dejarte descansar un rato más. Me olvide de dejarte una nota, perdón. Pero no es para que llegue y los revises a ver si están sanos.
-Pau: no es así Pedro (su tono de vos demostraba angustia y arrepentimiento) me asuste cuando me desperté y no los encontré.
-Pp: (mientras metía en la heladera lo que había comprado) después fijate lo que compre, si no te gusta tíralo.

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